Trabajar en una fábrica puede ser un verdadero tormento si no se cuentan con las condiciones adecuadas. Esta noción se hace extensiva a los grupos de viviendas que puedan encontrarse en los alrededores. Sobre todo, si la distribución de los emplazamientos urbanos no ha sido la ideal.
Un elemento indispensable para tener en cuenta durante la producción industrial es la cantidad de ruido que se genera y las mejores medidas para combatirlo.
Actualmente, existen diferentes alternativas para mantener a raya los sonidos de calderas, motores y turbinas, por lo que no hay excusas al respecto.
Los silenciadores para turbinas son una solución excelente para aliviar la carga de los trabajadores y mejorar la convivencia al interior de los puestos de trabajo.
Ni hablar de los silenciadores para motores, los cuales deberían también contar algún tipo de filtro que regule las emisiones de gases y que no ponga en peligro la salud auditiva de los operarios.